Caso de estudio
Caso de estudio
Juan Matas: Del cultivo al símbolo
¿Te imaginas que una marca pueda hacerte sentir la abundancia del campo? Que su identidad visual respire clima, oficio, raíz… Eso hace Juan Matas, una empresa colombiana con treinta años de cultivo exótico, que decidió trabajar con nosotros para llevar su marca al siguiente nivel. No solo exportar fruta: exportar legado, orgullo e innovación. Y mostrar que “lo extraordinario nace de la tierra”.
¿Te imaginas que una marca pueda hacerte sentir la abundancia del campo? Que su identidad visual respire clima, oficio, raíz… Eso hace Juan Matas, una empresa colombiana con treinta años de cultivo exótico, que decidió trabajar con nosotros para llevar su marca al siguiente nivel. No solo exportar fruta: exportar legado, orgullo e innovación. Y mostrar que “lo extraordinario nace de la tierra”.
¿Te imaginas que una marca pueda hacerte sentir la abundancia del campo? Que su identidad visual respire clima, oficio, raíz… Eso hace Juan Matas, una empresa colombiana con treinta años de cultivo exótico, que decidió trabajar con nosotros para llevar su marca al siguiente nivel. No solo exportar fruta: exportar legado, orgullo e innovación. Y mostrar que “lo extraordinario nace de la tierra”.
Sasha Briceño
Sasha Briceño
5 oct 2025
5 oct 2025



El punto de partida
Cuando nos conocieron, Juan Matas ya tenía una reputación sólida en producción y exportación: calidad, compromiso y control de origen. Pero a su identidad visual le faltaba algo. En un mercado de frutas tropicales lleno de saturación visual, con colores ya vistos, con diseños que gritan más de la cuenta, el posicionamiento era el eje central del reto. Algo que durara, que se leyera bien en una etiqueta de madera pequeña y también en vitrina en Europa. Que no se perdiera con la competencia.
El reto era claro:
Honrar el legado agrícola —la historia, el fundador, el origen— sin parecer vintage o caído del pasado.
Crear una identidad visual que estuviera lista para exportar: con buena lectura, reconocible, sin perder calidez.
Encontrar un balance: artesanal sin parecer rústico; expresivo sin caer en lo saturado.
La idea que brotó de la tierra
Empezamos por lo esencial: la raíz. No queríamos borrar lo que Juan Matas ya era, sino hacerlo evolucionar. Tomamos un color clave: el remolacha del mangostino. Esa tonalidad se convirtió en insignia: fuerte, vibrante, con carácter propio. Luego armamos una paleta que la acompañara: contemporánea, pero que no renunciara al tono natural, al reflejo del fruto, de la tierra, del campo húmedo.
El gesto visual debía hablar de lo humano y lo técnico al mismo tiempo. Que transmitiera oficio, que se sintiera legítimo. Pero también que en espacios modernos —una etiqueta pequeña, un packaging, una vitrina olímpica en Europa— mantuviera presencia, identidad, claridad.

El emblema: más que un rostro
Sí: incluimos la figura de Juan Carlos, el fundador. Pero no como adorno. Como declaración de origen. Ese retrato tiene trazo firme. Lectura limpia. Calidez. Orgullo. Oficio.
Cuando alguien ve ese emblema —en etiquetas, envases o en internet—, debe sentir que está viendo algo que proviene de un terreno, de años de trabajo, de la sabiduría de quien cultiva la tierra y se tuesta bajo el sol.

Tipografía: voz doble, una sola identidad
Elegimos dos tipografías para equilibrar precisión y emoción.
Fira Sans para lo informativo: claridad, estructura, legibilidad. Ideal para datos, fichas técnicas, etiquetas pequeñas.
Michigan Signature para lo emocional: ese toque que se siente con el corazón, que añade calidez, personalidad y ese “algo humano”.
Juntas, componen una voz visual que puede moverse entre lo técnico y lo narrativo sin perder unidad.

Qué hicimos, paso a paso
Redefinimos el corazón de marca
Alineamos origen, legado y proyección para un ADN claro y accionable.Construimos la identidad verbal
Perfil de personalidad, mensajes clave y taglines, con localización a español e inglés para mantener consistencia en ambos mercados.Diseñamos la identidad visual
Logotipo y emblema, sistema tipográfico, y criterios de estilo ilustrativo y fotográfico que reflejan oficio y modernidad.Codificamos la paleta cromática propietaria
Anclada en el remolacha del mangostino, con tonos complementarios que amplían el rango sin competir por protagonismo.Definimos la guía tipográfica
Equilibrio entre precisión informativa y calidez humana para fichas, etiquetas y relatos.Armamos un sistema visual modular
Listo para empaques, stickers y piezas de exportación; funciona en distintas escalas y formatos sin perder legibilidad.Lo llevamos a un activo comercial bilingüe
Catálogo de frutas y deck corporativo en español e inglés que presenta logros, certificaciones y cadena productiva.

Por qué funciona (y qué se puede aprender)
Porque no compite por volumen de color, ni por llamar más la atención; compite por verdad. Esa autenticidad se siente.
Porque tiene coherencia: desde la tierra hasta el anaquel en Europa.
Porque se adapta: funciona en grande, en pequeño, en digital, en físico. No se pierde en reducción ni brilla solo en catálogo.
Porque habla al corazón sin descuidar lo técnico: es credibilidad.
Conexión con tendencias actuales del branding
Esto no es un caso aislado: muchas marcas de productos agrícolas, gourmet o artesanales hoy buscan algo similar. No exagero si digo que el diseño está virando hacia lo auténtico, lo local, lo expresivo y lo que huele a origen. Se valora desde otro lugar la historia, la trazabilidad, la estética que no sacrifica legibilidad por ornamento.
Por ejemplo, investigaciones recientes muestran lo crucial que es un logo legible en packaging para que el consumidor lo recuerde al salir del anaquel; también que las paletas de colores bien estudiadas mejoran la percepción de calidad del producto. (Sí, existe ciencia detrás de esta magia).
Cómo Noodlesoup puede ayudarte
Si estás atravesando ese momento en que tu marca necesita más cuerpo, más verdad, más proyección:
Podemos ayudarte a:
Encontrar tu tono visual único, basándonos en lo que ya eres, en lo que ya haces.
Crear identidades que respiren tu origen pero que funcionen globalmente.
Diseñar emblemas, logos, tipografías pensadas para distintos soportes.
Construir guías visuales y verbales que te acompañen a lo largo: para crecer, exportar, comunicar sin duda.
Si querés que tu marca no solo se vea bien sino que cuente algo real… charlemos. Porque cada idea que tiene historia merece una identidad que la refleje con claridad, carácter y autenticidad.
El punto de partida
Cuando nos conocieron, Juan Matas ya tenía una reputación sólida en producción y exportación: calidad, compromiso y control de origen. Pero a su identidad visual le faltaba algo. En un mercado de frutas tropicales lleno de saturación visual, con colores ya vistos, con diseños que gritan más de la cuenta, el posicionamiento era el eje central del reto. Algo que durara, que se leyera bien en una etiqueta de madera pequeña y también en vitrina en Europa. Que no se perdiera con la competencia.
El reto era claro:
Honrar el legado agrícola —la historia, el fundador, el origen— sin parecer vintage o caído del pasado.
Crear una identidad visual que estuviera lista para exportar: con buena lectura, reconocible, sin perder calidez.
Encontrar un balance: artesanal sin parecer rústico; expresivo sin caer en lo saturado.
La idea que brotó de la tierra
Empezamos por lo esencial: la raíz. No queríamos borrar lo que Juan Matas ya era, sino hacerlo evolucionar. Tomamos un color clave: el remolacha del mangostino. Esa tonalidad se convirtió en insignia: fuerte, vibrante, con carácter propio. Luego armamos una paleta que la acompañara: contemporánea, pero que no renunciara al tono natural, al reflejo del fruto, de la tierra, del campo húmedo.
El gesto visual debía hablar de lo humano y lo técnico al mismo tiempo. Que transmitiera oficio, que se sintiera legítimo. Pero también que en espacios modernos —una etiqueta pequeña, un packaging, una vitrina olímpica en Europa— mantuviera presencia, identidad, claridad.

El emblema: más que un rostro
Sí: incluimos la figura de Juan Carlos, el fundador. Pero no como adorno. Como declaración de origen. Ese retrato tiene trazo firme. Lectura limpia. Calidez. Orgullo. Oficio.
Cuando alguien ve ese emblema —en etiquetas, envases o en internet—, debe sentir que está viendo algo que proviene de un terreno, de años de trabajo, de la sabiduría de quien cultiva la tierra y se tuesta bajo el sol.

Tipografía: voz doble, una sola identidad
Elegimos dos tipografías para equilibrar precisión y emoción.
Fira Sans para lo informativo: claridad, estructura, legibilidad. Ideal para datos, fichas técnicas, etiquetas pequeñas.
Michigan Signature para lo emocional: ese toque que se siente con el corazón, que añade calidez, personalidad y ese “algo humano”.
Juntas, componen una voz visual que puede moverse entre lo técnico y lo narrativo sin perder unidad.

Qué hicimos, paso a paso
Redefinimos el corazón de marca
Alineamos origen, legado y proyección para un ADN claro y accionable.Construimos la identidad verbal
Perfil de personalidad, mensajes clave y taglines, con localización a español e inglés para mantener consistencia en ambos mercados.Diseñamos la identidad visual
Logotipo y emblema, sistema tipográfico, y criterios de estilo ilustrativo y fotográfico que reflejan oficio y modernidad.Codificamos la paleta cromática propietaria
Anclada en el remolacha del mangostino, con tonos complementarios que amplían el rango sin competir por protagonismo.Definimos la guía tipográfica
Equilibrio entre precisión informativa y calidez humana para fichas, etiquetas y relatos.Armamos un sistema visual modular
Listo para empaques, stickers y piezas de exportación; funciona en distintas escalas y formatos sin perder legibilidad.Lo llevamos a un activo comercial bilingüe
Catálogo de frutas y deck corporativo en español e inglés que presenta logros, certificaciones y cadena productiva.

Por qué funciona (y qué se puede aprender)
Porque no compite por volumen de color, ni por llamar más la atención; compite por verdad. Esa autenticidad se siente.
Porque tiene coherencia: desde la tierra hasta el anaquel en Europa.
Porque se adapta: funciona en grande, en pequeño, en digital, en físico. No se pierde en reducción ni brilla solo en catálogo.
Porque habla al corazón sin descuidar lo técnico: es credibilidad.
Conexión con tendencias actuales del branding
Esto no es un caso aislado: muchas marcas de productos agrícolas, gourmet o artesanales hoy buscan algo similar. No exagero si digo que el diseño está virando hacia lo auténtico, lo local, lo expresivo y lo que huele a origen. Se valora desde otro lugar la historia, la trazabilidad, la estética que no sacrifica legibilidad por ornamento.
Por ejemplo, investigaciones recientes muestran lo crucial que es un logo legible en packaging para que el consumidor lo recuerde al salir del anaquel; también que las paletas de colores bien estudiadas mejoran la percepción de calidad del producto. (Sí, existe ciencia detrás de esta magia).
Cómo Noodlesoup puede ayudarte
Si estás atravesando ese momento en que tu marca necesita más cuerpo, más verdad, más proyección:
Podemos ayudarte a:
Encontrar tu tono visual único, basándonos en lo que ya eres, en lo que ya haces.
Crear identidades que respiren tu origen pero que funcionen globalmente.
Diseñar emblemas, logos, tipografías pensadas para distintos soportes.
Construir guías visuales y verbales que te acompañen a lo largo: para crecer, exportar, comunicar sin duda.
Si querés que tu marca no solo se vea bien sino que cuente algo real… charlemos. Porque cada idea que tiene historia merece una identidad que la refleje con claridad, carácter y autenticidad.
El punto de partida
Cuando nos conocieron, Juan Matas ya tenía una reputación sólida en producción y exportación: calidad, compromiso y control de origen. Pero a su identidad visual le faltaba algo. En un mercado de frutas tropicales lleno de saturación visual, con colores ya vistos, con diseños que gritan más de la cuenta, el posicionamiento era el eje central del reto. Algo que durara, que se leyera bien en una etiqueta de madera pequeña y también en vitrina en Europa. Que no se perdiera con la competencia.
El reto era claro:
Honrar el legado agrícola —la historia, el fundador, el origen— sin parecer vintage o caído del pasado.
Crear una identidad visual que estuviera lista para exportar: con buena lectura, reconocible, sin perder calidez.
Encontrar un balance: artesanal sin parecer rústico; expresivo sin caer en lo saturado.
La idea que brotó de la tierra
Empezamos por lo esencial: la raíz. No queríamos borrar lo que Juan Matas ya era, sino hacerlo evolucionar. Tomamos un color clave: el remolacha del mangostino. Esa tonalidad se convirtió en insignia: fuerte, vibrante, con carácter propio. Luego armamos una paleta que la acompañara: contemporánea, pero que no renunciara al tono natural, al reflejo del fruto, de la tierra, del campo húmedo.
El gesto visual debía hablar de lo humano y lo técnico al mismo tiempo. Que transmitiera oficio, que se sintiera legítimo. Pero también que en espacios modernos —una etiqueta pequeña, un packaging, una vitrina olímpica en Europa— mantuviera presencia, identidad, claridad.

El emblema: más que un rostro
Sí: incluimos la figura de Juan Carlos, el fundador. Pero no como adorno. Como declaración de origen. Ese retrato tiene trazo firme. Lectura limpia. Calidez. Orgullo. Oficio.
Cuando alguien ve ese emblema —en etiquetas, envases o en internet—, debe sentir que está viendo algo que proviene de un terreno, de años de trabajo, de la sabiduría de quien cultiva la tierra y se tuesta bajo el sol.

Tipografía: voz doble, una sola identidad
Elegimos dos tipografías para equilibrar precisión y emoción.
Fira Sans para lo informativo: claridad, estructura, legibilidad. Ideal para datos, fichas técnicas, etiquetas pequeñas.
Michigan Signature para lo emocional: ese toque que se siente con el corazón, que añade calidez, personalidad y ese “algo humano”.
Juntas, componen una voz visual que puede moverse entre lo técnico y lo narrativo sin perder unidad.

Qué hicimos, paso a paso
Redefinimos el corazón de marca
Alineamos origen, legado y proyección para un ADN claro y accionable.Construimos la identidad verbal
Perfil de personalidad, mensajes clave y taglines, con localización a español e inglés para mantener consistencia en ambos mercados.Diseñamos la identidad visual
Logotipo y emblema, sistema tipográfico, y criterios de estilo ilustrativo y fotográfico que reflejan oficio y modernidad.Codificamos la paleta cromática propietaria
Anclada en el remolacha del mangostino, con tonos complementarios que amplían el rango sin competir por protagonismo.Definimos la guía tipográfica
Equilibrio entre precisión informativa y calidez humana para fichas, etiquetas y relatos.Armamos un sistema visual modular
Listo para empaques, stickers y piezas de exportación; funciona en distintas escalas y formatos sin perder legibilidad.Lo llevamos a un activo comercial bilingüe
Catálogo de frutas y deck corporativo en español e inglés que presenta logros, certificaciones y cadena productiva.

Por qué funciona (y qué se puede aprender)
Porque no compite por volumen de color, ni por llamar más la atención; compite por verdad. Esa autenticidad se siente.
Porque tiene coherencia: desde la tierra hasta el anaquel en Europa.
Porque se adapta: funciona en grande, en pequeño, en digital, en físico. No se pierde en reducción ni brilla solo en catálogo.
Porque habla al corazón sin descuidar lo técnico: es credibilidad.
Conexión con tendencias actuales del branding
Esto no es un caso aislado: muchas marcas de productos agrícolas, gourmet o artesanales hoy buscan algo similar. No exagero si digo que el diseño está virando hacia lo auténtico, lo local, lo expresivo y lo que huele a origen. Se valora desde otro lugar la historia, la trazabilidad, la estética que no sacrifica legibilidad por ornamento.
Por ejemplo, investigaciones recientes muestran lo crucial que es un logo legible en packaging para que el consumidor lo recuerde al salir del anaquel; también que las paletas de colores bien estudiadas mejoran la percepción de calidad del producto. (Sí, existe ciencia detrás de esta magia).
Cómo Noodlesoup puede ayudarte
Si estás atravesando ese momento en que tu marca necesita más cuerpo, más verdad, más proyección:
Podemos ayudarte a:
Encontrar tu tono visual único, basándonos en lo que ya eres, en lo que ya haces.
Crear identidades que respiren tu origen pero que funcionen globalmente.
Diseñar emblemas, logos, tipografías pensadas para distintos soportes.
Construir guías visuales y verbales que te acompañen a lo largo: para crecer, exportar, comunicar sin duda.
Si querés que tu marca no solo se vea bien sino que cuente algo real… charlemos. Porque cada idea que tiene historia merece una identidad que la refleje con claridad, carácter y autenticidad.
Acerca de nosotros
Acerca de nosotros
Acerca de nosotros
El estudio fue fundado en 2022 por Alejandro Duarte, diseñador multidisciplinario con más de 10 años de experiencia en la creación de productos digitales premiados y en colaborar con marcas de la Fortune 500. Junto a Sasha Briceño, directora creativa híbrida con formación en comunicación social que combina su pasión por las imágenes, el pensamiento estratégico y el storytelling, para crear universos de marca verbales y visuales consistentes. En Noodlesoup, somos un equipo apasionado por el buen diseño y comprometido con proyectos que tienen un propósito significativo. La colaboración, entre el equipo y con nuestros clientes, está en el corazón de todo lo que hacemos: es el umami* que nos caracteriza.
*Japonés: Conocido como el quinto sabor, es uno de los gustos básicos junto con el dulce, el ácido, el amargo y el salado. También significa sabroso.